viernes, 17 de febrero de 2012

Y de fútbol sala NO federado, ¿cómo andamos?

Buena pregunta, el fútbol sala es ese deporte que todos los fines de semana nos sumerge en un mundo lleno de alegrías, decepciones frustraciones, sorpresas, nervios, intensidad, celebraciones y un sin fin de sensaciones que nos liberan de la rutina cotidiana y que nos llenan el alma con algo que sentimos como nuestro. 


Pero no hemos de olvidar que el fútbol sala es mucho mas, a veces llamado futbito y otras fútbol 5, pero es fácil ver en muchos pabellones a lo largo de la semana el típico partido entre amigos o compañeros de trabajo.


Tampoco se ha perdido la costumbre de los torneos, que en cuanto terminan las temporadas surgen como flores en primavera, unas veces acompañando a las fiestas de barrios y poblaciones y otras veces porque la asociación o club de turno se lo curra y monta uno.


Por último, no podemos obviar el deporte escolar en el que todos los sábados por la mañana, los campos de los patios de los colegios se llenan de niños para defender los colores de su ikastola. Todo esto, a pesar de ver cómo cada vez son mas los niños que comienzan antes a dar patadas a un balón con el que no pueden, en un campo de fútbol 7 en el que no llegan nunca a la meta contraria defendida por un crío que intenta evitar que le metan gol en una portería en la que tarda una eternidad en llegar de un poste a otro y no llega al larguero ni con escalera.


Por desgracia, cada vez se ven menos grupos de chicos/as jugando en la calle con un balón, pandillas que en las plazas utilizan los bancos como porterías o la persiana cerrada de un establecimiento es la meta perfecta para un gol-portero. Los videojuegos y la televisión han ganado esta batalla, no solo al fútbol sala, sino a una niñez de un desarrollo físico aconsejable que no se limite a diez horas semanales de gimnasia y entrenamientos y partidos con el equipo del deporte elegido en el colegio.


Aún así, según el INE, un 9´6% de la población que practica deporte lo hace de forma habitual mediante el fútbol sala, pero también hay que tener en cuenta que 3 de cada 4 practicantes de deporte lo hacen sin pertenecer a ningún club, ni asociación.


En Bizkaia, el fútbol sala está bastante bien estructurado a nivel de categorías federadas; 3 categorías territoriales masculinas, 1 femenina y 2 de base. En otras partes están mejor, pero en muchas mas están peor. Los equipos federados se mantienen a pesar de la crisis económica que afecta sobretodo en el patrocinio. Si todos los jugadores de todos los equipos de estas categorías representan el 25% de la población que practica fútbol sala habitualmente (entre 2 y 6 horas semanales), quiere decir que tenemos un filón de posibles jugadores, teniendo en cuenta que muchos de ellos ya no están en edad de realizar una práctica federada, solo hay que encontrar el motivo que les lleve a llevar esa práctica de forma mas comprometida.


Mas preocupante es el deporte escolar, cada vez son menos los colegios que sacan equipos. Mientras la categoría benjamín se mantiene con 109 equipos, las escuelas de clubes de fútbol están arrasando con el deporte escolar y cada vez son mas los padres que optan por apuntar a sus hijos en edad alevín en este tipo de escuelas que valen a los clubes para obtener un importante ingreso económico y mantener plantillas competitivas en categorías senior. El gancho siempre es una buena formación, la posibilidad de jugar y el fortalecimiento de las relaciones sociales del niño, además de aprender valores de la vida mediante la práctica del fútbol. Objetivos que en muchos casos no se cumplen ni se ponen los medios para cumplirlos, pero a un padre siempre le podrá mas la ilusión de que su hijo juegue algún día en el Athletic a ver una realidad disfrazada.


La consecuencia de esto es un descenso abismal del número de equipos de fútbol sala en deporte escolar en las categorías alevín (48), infantil (24) y cadete (14), mientras que en juvenil ni siquiera hay competición por la falta de equipos.

Siempre he defendido que la "gallina de los huevos de oro" del fútbol sala vizcaíno estaba en el deporte escolar, concretamente en los colegios, donde el niño se siente en su ambiente, con sus compañeros y con la seguridad de estar arropado en un entorno en el que se desenvuelve a diario (el patio del colegio) y donde podemos trabajar su formación con la paciencia necesaria sin presiones de resultados.


Pero todo esto ha quedado en una utopía, los clubes de fútbol se han adelantado, han asaltado las aulas y para mayor desgracia, la FVF se encarga de que aquellos colegios e ikastolas que quieran tener equipo de fútbol 7 pero no disponen de campo propio, puedan disponer de ciertas horas para entenamientos y partidos en un campo municipal o polideportivo, por supuesto, el coste corre a cargo de la FVF, todo lo necesario para que los niños/as practiquen fútbol mientras que el fútbol sala de base se juega a tiempo corrido por el coste económico que supone para los clubes jugar a tiempo parado. Es decir, la FVF financia a colegios antes que a los clubes de fútbol sala que apuestan por la cantera.


Así que el fútbol sala federado lo tiene cada vez mas complicado. Si el fútbol sala en deporte escolar se practica cada vez menos y muchos prefieren su partido semanal con los amigos y los torneos de barrio al compromiso que supone tener que entrenar semanalmente, debemos reflexionar; si no queremos que nuestro deporte tenga cada vez menos jugadores y peor formados o con menos compromiso, debemos buscar soluciones, unos optan por las escuelas de fútbol sala, otros optan por buscar jugadores en el deporte escolar, otros fichan de los torneos y rebotados del fútbol, pero todos notan la dificultad que supone atraer jugadores a nuestro deporte, formarlos y mantenerlos.


Busquemos la nueva gallina de los huevos de oro, vemos lo que hacen en otros deportes (lo bueno y lo malo), aprendamos de ello y mejorémoslo.

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