domingo, 12 de junio de 2011

Desde el banquillo: Como variar el rumbo de un equipo y convencer a los jugadores de ello

El año pasado, a finales de junio se me presentó la oportunidad de entrenar al Santurtzi FS. Era un equipo que llevaba dos descensos consecutivos desde Nacional A hasta Liga Vasca con una sangría de derrotas importante y sobre todo, un grupo de trabajo y jugadores desmoralizados.

Tras una reunión con el presidente y el coordinador acepto el reto de crear un equipo con el objetivo de, en dos años, conseguir el ascenso a Nacional B, pero con un objetivo prioritario de cortar la racha negativa de dos años perdiendo y de hacer un equipo.

Para este desafío involucro a Matías Carrascosa, compañero de otras batallas en el Soloarte y en el curso de nivel II.

Primero, teníamos que hacer un equipo con 4 jugadores que se quedaban y con lo que pudierámos traer, siendo ya mediados de julio, y que encajase en lo que consederábamos un grupo homogéneo de trabajo. Es difícil ensamblar tantas piezas de sitios tan diversos, para lo cual nos dábamos un año de plazo para ese ensamblaje y poder encarar en nuestro segundo año ese objetivo del ascenso.

Aparte de trabajo defensivo, que pensamos es imprescindible, hemos dedicado mucho tiempo al trabajo psicológico y al factor humano y esa ha sido una de las claves del éxito. Según transcurría la temporada e íbamos viendo que siempre nos manteníamos en los puestos de arriba, quizás también por que pienso que este año el nivel general de la categoría era más bajo que otros años, no nos hemos desviado del objetivo principal de armar ese equipo que al principio no eran más que piezas sueltas y que poco a poco han ido jugando casi de memoria.

Pero al final nos hemos dado cuenta, a falta del último tercio de campeonato, que el ascenso era posible ya que nos encontrábamos muy bien situados y con una buena línea de trabajo.

Sin embargo, pienso que la clave del éxito ha sido no mostrar a los jugadores la posibilidad del ascenso y haber acaparado toda la presión añadida que pudiera dar ese objetivo entre Mati y yo, de tal forma que los jugadores han seguido jugando sabiendo que el objetivo principal estaba cumplido con creces, esa ha sido la clave.

Gracias al trabajo anterior psicológico y del factor humano ha sido fácil ir reconduciéndoles hacia ese otro objetivo que estaba escondido y que finalmente se ha conseguido. Estoy convencido que si hubiéramos afrontado el último tercio de campeonato cambiando el objetivo inicial por el del ascenso y hacerles partícipes a los jugadores de ese cambio de objetivo, no lo hubiéramos conseguido.

Por eso pienso que es importante el trabajo técnico-táctico que haces con tu equipo y el condicional también, pero si todo eso no lo aderezas con el trabajo del factor humano seguramente sea más difícil conseguir tus metas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario